domingo, 13 de diciembre de 2009

El telefono no suena, nunca suena, nunca hay nadie. Nadie que piense que me siento pesina sin el amor de nadie. Que odio todo esto. Que pierdo el tiempo escribiendo sobre alguien que no existe. Que nunca aparece. Y lloro y me escondo y me muestro fuerte ante los demas. Pero en realidad soy debil, debil como un papel, como una hoja de un arbol en otoño. Nadie me mira, soy una sombra mas entre todas las sombras. Todos hoy pueden dormir pensando en ese alguien que los quiere. Y mi alguien que me quiere en donde esta?... Las luces hoy se apagan para ti, pero mañana otra luz se vuelve a prender y ya no hay problema. Pero mi luz siempre esta apagada y nisiquiera aparecio nunca encendida. Y es el dia de hoy que sigo esperando que el destello de luz aparezca en mi vida. Y todos dicen que debo cambiar, que soy joven para soñar con demasiado. Que lo que quiero no existe o es imposible de hallar. Y que lo que pretendo es de idiotas.
¿Qué pasa si digo que te necesito? A vos, en donde estes, te necesito.
¿Cómo hago ahora para que dejen mis ojos de lagrimear? Me siento en la soledad, en una esquina apartada de todo sin nada.
Las manos vacias estan hoy y las secuelas en mi cabeza del dolor de no tenerlo seguiran hasta el dia que dios escuche mi llamado. Hasta que la luz invada el cuarto. Hasta que por fin aparezca mi salvacion.

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