lunes, 28 de junio de 2010

Te echo de menos, le digo al aire. Te busco, te pienso, te siento y siento que como tu no habrá nadie. Y aquí te espero, con mi cajita de la vida cansada, a oscuras, con miedo; y este frío nadie me lo quita. Tengo razones para buscarte, tengo necesidad de verte, de oírte, de hablarte. Tengo razones para esperarte, porque no creo que haya en el mundo nadie más a quien ame. Tengo razones, razones de sobra, para pedirle al viento que vuelvas aunque sea como una sombra. Tengo razones para no quererte olvidar, porque el trocito de felicidad fuiste tu quien me lo dio a probar.
El aire huele a ti, mi casa se cae porque no estas aquí. Mis sabanas, mi pelo, mi ropa te buscan a ti. Mis pies son como de cartón que voy arrastrando por cada rincón. Mi cama se hace fría y gigante y en ella me pierdo yo. Mi casa se vuelve a caer, mis flores se mueren de pena, y mis lagrimas son charquitos que caen a mis pies.

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