Sin darse cuenta, poco a poco, todo se desgastó comenzaron a discutir sin razón, a sentir celos, a desconfiar uno del otro. Viéndose obligados tomaron la terrible decisión de cada uno seguir su propio camino.
Lo que ellos no entendieron es que el amor no era cuestión del tiempo que pasaran juntos, ni de regalos caros, ni de besos largos. No entendieron que decirse Te quiero significaba que en el corazón no iban a sentir un Te amo. Lo que tampoco comprendieron, es que no debían dejar de hacer lo que los había enamorado, sino que debían aprender a repartir los tiempos y día tras día impresionarse con algo nuevo. De aquella manera, el amor no terminaría y perduraría, si ellos querían, durante toda la vida...
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